Las psicólogas a cargo de la etapa diagnóstica del Programa "Un espacio para la juventud" presentaron un informe sobre el trabajo realizado durante 2010 y en el que participaron más de 150 adolescentes

La semana pasada, las psicólogas responsables del programa “Un espacio para la juventud”, Sonia Tejeda Costa y Elisa Cocitto, presentaron un informe sobre lo actuado durante los meses en que se implementó la iniciativa.
Estuvieron presentes en el acto, el intendente Torres, la subsecretaria de Gobierno, Cultura y Educación, Marta Ripoll, los concejales Emiliano Stenta y Silvina Casas y representantes de las Escuelas Nº 421 y Nº 281.
El trabajo –cuya etapa diagnóstica culminó- comenzó a desarrollarse luego de las vacaciones de invierno y estuvo articulado en tres ejes: capacitación y formación; intervención y espacio de escucha y reflexión.
“Surgió como consecuencia de las reuniones que comenzamos en el Concejo con los concejales, la comunidad, los propietarios de los boliches bailables, los jóvenes, debido a una problemática que se había suscitado y que tenía que ver con la realidad de los jóvenes de la ciudad, con la nocturnidad, el consumo de alcohol, la posibilidad de tener lugares de diversión y seguridad par hacerlo” recordó Torres.
Por su parte, Elisa Cocitto consideró que “el balance es muy positivo” y “más que búsqueda de soluciones, nuestro acercamiento fue para poder conocer a los jóvenes y empaparnos de su cultura”.
“Está el pedido para que los escuchemos. Vemos que faltan espacios para que puedan desplegar y se notó la necesidad de poder expresarse. Se manifestaron problemáticas puntuales y graves pero que son efectos de otras cosas tales como el no poder decir, la falta de un espacio para poder desplegar otras cuestiones” agregó.
En el mismo sentido, Sonia Tejeda indicó: “pensamos cómo las manifestaciones de problemáticas que están a un nivel más profundo. No consideramos el consumo de alcohol como un problema en sí o como la causa sino más bien como la manifestación de algo que está pasando de manera subyacente”.
“Cada comunidad configura una juventud distinta y trabajamos en la representación que tienen del mundo, del futuro, cómo ven a los adultos, qué pasa con este adulto que está en contacto con ellos y qué mensajes trasmitimos desde nuestro lugar” ahondó.